Juntas.
En la previa al 8M realizada en la Sociedad de Fomento Villa la Merced de Berazategui pedí que para la consigna "Por ser mujer" cada una que lo sintiera expresara su palabra.
No solo "la" palabra. Sino "tú" palabra.
No solo "una" palabra sino "tú" forma escrita de expresar una idea o sentimiento.
Tampoco una definición de mujer. Sino la consigna no hubiese sido "Por ser mujer", sino solo "Mujer" (supongo).
Muchas cosas pasaron en esa previa y es por esas cosas que me tomo el derecho de hablar de celebrar.
Porque sí, la lucha se celebra.
Esta no es una opinión restringida a mi propio pensamiento. Es lo que se sintió el domingo y lo que se escribió, como pueden leer.
Mujeres resilientes que han atravesado el dolor, celebrando el hecho de encontrarnos, llorando de emoción por habernos allí después de y contra todo.
Juntas.
Tantas veces nos mataron (tantas veces me morí) y hasta nuestro propio entierro fuimos. Sin embargo, resucitando luchamos con fuerza por justicia, respeto y libertad.
Hubo, siento, la sensación de sobrevivir y
la emoción de saber que estábamos haciendo algo distinto, habitando el territorio y las ideas.
Nos tenemos.
El amor "propio" pero multiplicado por todas amplificó esa idea de lucha. Para que no pase más, para que no seamos más víctimas de esta sociedad en cualquiera de sus sentidos.
Hablo, escribo, repito: celebrar la lucha. Mujeres tomando los espacios, emocionadas, con memoria. Por las que no están, por las que nos siguen.
Celebrar la lucha.
Sí, la "celebración del espanto", lo llaman.
Sí, es un oximorón.
¿Acaso la noche no es luz en el abrazo con la otra?
Feliz lucha, mujeres juntas.
Porque juntas somos más poderosas y la ilusión de un futuro mejor no puede darse en soledad y tristes.
Sigamos bailando, leyendo, haciendo takewondo, pintando, cosiendo, cosechando, cocinando, escribiendo, comprando y vendiendo y también tocando tambores.
Llenemos de ruido los silencios.
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